Esc. Salvador Canuto Martínez: 2013

Incluimos en este artículo un documento que pertenece a Don Salvador Martínez, que vivió los avatares de aquel legendario San Pedro, y lo relata como vivo testimonio de una época que ya es historia.

“En San Pedro, en todo se contaban 65 edificaciones, todas de material crudo, techos de tejas, cuyo estilo puede apreciarse hoy en la casa que habitó hasta hace poco la familia Canetti.

En la calle Miguel Araoz, en el extremo Este, existía la Sala San Pedro, sede de los Sres. Araoz Hnos., cuando el Ingenio estaba instalado en esta localidad, y, luego de los Sres. Leach’s Hnos., en la que tenían instalados sus escritorios, además de los de La Esperanza.

A continuación existía la casa que, con algunas modificaciones, es de Don Antonio O. Carrizo, en la que habitaba el Capataz Don Javier Córdoba y su familia, y Don Federico Figueroa, que era el único zapatero y a la vez peluquero, que existía en el lugar.

No tenían casa propia la Iglesia, la Escuela, la Policía, el Correo, el Registro Civil, ni el Juzgado de Paz; la Comisión Municipal celebraba sus sesiones en una habitación de la Sala San Pedro; no existían Bancos, Bibliotecas, ni Mercado, ni Hoteles, ni Matadero, ni Hospital; no había Cine, ni Centros Recreativos, ni pavimento de ninguna especie.

No había Telégrafo ni Ferrocarril.

En cuanto a movilidad, no existía más que el coche tirado a sangre de propiedad de los Sres. Leach’s Hnos. y una jardinera con elásticos de Don Nery Figueroa.

Los viajes se hacían a caballo; y para tomar el tren era necesario trasladarse a las Estaciones de Perico o Pampa Blanca, lo que no podía hacerse en épocas de crecientes del Río Grande o San Pedro por carecer de puente; y para ir a la ciudad de Jujuy, se hacía el viaje a caballo, por un camino de herradura muy estrecho, el que sirvió de base en gran parte, para el trazado del camino de automotores actual.

El puente sobre el Río San Pedro se construyó en el Gobierno del Dr. Fenelón Quintana.

No había en el pueblo aguas corrientes, y se compraba el agua a $0,10 el balde y a $0,80 la bordaleza, de los carritos de propiedad de Don Martín Sáenz el uno, y el otro de Don Pedro Barcelona, ambos españoles, que la traían del Arroyo; y las gentes enteramente pobres la levantaban de una acequia que corría de Sud a Norte por el costado izquierdo a la calle Mitre y de las que van a La Providencia y al Ingenio.

Para tomar un baño era necesario trasladarse al arroyo San Pedro, a caballo o a pie.

El alumbrado público era a kerosene, costeado por la Comisión Municipal, que pagaba un sobresueldo a un agente de Policía para que encendiera las lámparas.

Había Correo una vez por semana; la correspondencia era conducida a caballo desde Estación Perico; y el vecindario acudía a retirarla al toque de una campanita, que era el aviso de que había llegado.

Existía teléfono por el que estábamos comunicados con la ciudad de Jujuy, Las Cañadas, Pampa Blanca y Salta; y en lo local, con los distintos lotes del Ingenio como así también, con Ledesma y Calilegua.

Eran propietarios del Ingenio los Hermanos Walterio, Guillermo, Esteban, Francisco y Normando Leach, y los Sucesores de Don Rogelio Leach, que forman la Sociedad Leach Hnos., por compra de los Sres. Araoz Hnos. en 1889; los tres primeros y Don Normando, administraban en San Pedro y La Esperanza y Don Francisco en Calilegua.

Frente a la Sala San Pedro, en un galpón que antes fuera depósito de azúcar, y que los Sres. Leach´s lo cedieron a la Curia Eclesiástica, se celebraban las misas, bautismos, matrimonios, etc. de la Iglesia Católica; asistiendo el Párroco por temporada a San Pedro permaneciendo otras en Ledesma, porque ambos Departamentos formaban la Parroquia de Río Negro.

Había en el pueblo una casa de negocio y almacén de propiedad del Ingenio, otras de los Sres. Pinilla Tornero, Juan Elías y Antonio Fortunato; almacenes de Don Sixto Valle, José Marsikani, Miguel Rivero y Martín Yanci; un Billar de propiedad de Don Inocente Rubio; carnicería de Don Macedonio Suarez. José Rosales y Jacinto González; platería de Don Lorenzo Lizárraga y Néstor Gómez; talabartería de Don Carmen Gómez; herrería de Don N. Zerda; carpintería de Don José B. Iñigo; panadería de Don Norberto Sáez; farmacia de Don Pedro Opulencia y Quintín Aguirre; un reñidero de gallos de Don Lorenzo Lizárraga.

El que habla llegó a este pueblo el 31 de diciembre de 1897, con el cargo de Director de la escuela N° 2, que desde mi actuación es Mixta con el sueldo mensual de $85 m/n. ya que antes con escaso número de alumnos, había una de varones y otra de niñas, la primera a cargo del maestro normal Don Belisario Ruiz y la segunda bajo la Dirección de la Maestra Normal Sra. Teresa Carrillo de Ortiz, quienes renunciaron a fin de año a sus cargos; y mi nombramiento fue para la Escuela Mixta.

La Escuela contaba tan solo con 1° y 2° grado y funcionaba en dos pequeñas habitaciones que no reunían las condiciones necesarias para tal fin; y ya no existen; los recreos se daban en la calle por donde pasaban las tropas de carros que venían de Orán, Calilegua, Ledesma y La Esperanza, era esa calle parte del llamado “Camino de las Marchas”, por el que se llevaban el azúcar, el alcohol, frutas y otros productos, a la Estación Pampa Blanca, para ser embarcados en ferrocarril.

Desde luego los recreos en tales condiciones, eran un peligro para los alumnos; y la propietaria Sra. Celestina de Terán no permitía que entraran al fondo, porque tenía una quinta de naranjos, limones dulces y chirimoyas y temía que los niños le cortaran algunas frutas, lo que me obligó otro local para la Escuela que, en el año 1899 funcionó en la casa ubicada al frente, con tres habitaciones más amplias y con un patio para recreos; pero era a todas luces incómoda, pues se trataba de la propiedad donde ha edificado Don Jorge Baiud y está establecido Sleive con su taller denominado Barabora. ; esta circunstancia me olbigó a buscar otro local más apropiado, habiendo conseguido la casa de la esquina entre calles Mitre y Aristóbulo del Valle, hoy de propiedad de Don Manuel Chica Rico, dueño del taller de Recauchutaje.

Entre tanto y durante esos años, gestioné insistentemente ante el Gobierno y el H. Consejo de Educación, la construcción de un edificio escolar que llenara las condiciones pedagógicas, amplio, con miras al porvenir.; y tuve la suerte de obtener resultados satisfactorios, y el 10 de julio de 1906, con asistencia del Ministro de Gobierno Doctor Daniel Ovejero; de altas autoridades civiles y militares, Inspector de Escuelas Nacionales Doctor José S. Salinas, del Inspector General de Escuelas de la Provincia Don Manuel Castañeda, de numerosas personas caracterizadas de la ciudad de Jujuy, y gran cantidad de vecinos de esta localidad, del Ingenio y Lotes, se llevó a cabo la inauguración oficial del edificio actual de la Escuela N° 2, hoy Domingo T. Pérez en cuyo acto habló el Inspector Nacional y Nombrado, Don José Antonio Araoz y también dirigí la palabra, contento y feliz por el éxito alcanzado, construcción que llevaron a cabo los señores Perondi y Puccioni; después de la inauguración se sirvió un gran banquete en el Hotel de Don Sebastián Segovia.

En 1903 se inauguró la Oficina de Telégrafos y en Enero de 1904 el Ferrocarril hasta Ledesma, multiplicándose desde entonces las casas de negocios y las edificaciones; y si la memoria no me es infiel en 1937 comenzó la venta de terrenos al Sud de la calle Miguel Araoz y luego nuevos loteos que se poblaron enseguida, extendiéndose así el pueblo hasta el frente del Molino. Además se extendió la población a los barrios El Polígono, al costado derecho del camino a La Posta, a la izquierda del camino a Parapetí, y sobre el que va a la Providencia; no siendo difícil que la ciudad quede un día unida con esos Lotes del Ingenio.

En la progresista actuación del Intendente Don José Baissac se construyeron los cordones cunetas y se hicieron las veredas uniformes de mosaicos y el Gobierno de la Revolución Libertadora ordenó y llevó a cabo el pavimento de la ciudad, con lo que cambió la fisonomía de la misma, y actualmente extiende el pavimento al Barrio Obrero.

En el año 1904 existían coches tirados a caballos; y en 1918 Don Vicente trajo el primer automóvil Ford de alquiler; y luego hizo lo propio Don Gregorio Calongo.

Entre los adelantos alcanzados por San Pedro se encuentra, la Biblioteca Domingo F. Sarmiento, fundada el 10 de setiembre de 1911, con edificio propio; la Sociedad de Tiro y Gimnasia en 1914, habiéndose inaugurado el edificio el 3 de agosto de 1937; la Iglesia, inaugurada en 1927, la Municipalidad, el Banco de la Nación con edificio propio, el Banco de la Provincia, el Banco Comercial, con casa propia, Aguas Corrientes inauguradas el 6 de abril de 1919; el camino montaña a Jujuy, que se inauguró el 13 de julio del mismo año ambas con la presencia del Gobernador Dr. Horacio Carrillo, autoridades y pueblos, los Baños Públicos y Obras Sanitarias ; el Mercado Viejo en la esquina Alberdi y Sarmiento, el Mercado Nuevo en calle Rogelio Leach y Gobernador Tello.

Después de jubilado ocupé por varios periodos el cargo de Juez de Paz Titular, ad honorem; y en el Gobierno del Dr. Pedro Buidrago, fui nombrado Intendente Municipal por cuatro años y tuve como Secretario a mi gran amigo Don Antonio Bordallo Puparelli, con quien encaramos la construcción del edificio propio de la Municipalidad; se hicieron los planos correspondientes, se licitó la obra en $111.000 m/n. y se adjudicó en $87.000 m/n. a los constructores Sres. Delgado y Greppi; tuvimos la dicha de poner la piedra fundamental y llevar a cabo la edificación de este Palacio, que inauguramos el 24 de febrero de 1940, con asistencia del Sr. Gobernador, sus Ministros, el Senador Nacional Ing. Herminio Arrieta, altas autoridades y pueblo.

Os he dado a conocer, lo que era la aldea lejana, hasta donde apenas llegaban los rumores de la civilización, y he mencionado los principales y cuantiosos adelantos, merced al esfuerzo de sus pobladores, a las sombras de las chimeneas.”

Fuente: "Imagen" Suplemento con Nuestra Historia - Año 1973